El Solsticio de invierno

Para el 21 de diciembre de 2018, comenzará el Solsticio de invierno para el hemisferio Norte y el Solsticio de Verano para el hemisferio Sur, es decir, el día se hará más corto, la noche más larga y las temperaturas más bajas, por tanto será la temporada más fría del año.

Es una época Lunar, es el momento de lo profundo, las emociones, en que se concentran las energías en el interior de nuestro ser. La familia y las amistades acostumbran a reunirse buscando la unión. La alegría y el calor humano se hacen presentes para celebrar el fin de los proyectos así como el reinicio del ciclo natural. El invierno es la estación que comprenden el fin y el comienzo.

Para esta misma fecha se dice que se acabará el mundo, pero realmente comenzará una nueva transformación en el planeta tierra; su eje cambiará, se moverán sus masas terrestres y marinas para girar en un sentido diferente al que estábamos acostumbrados.

Ocurrirá un movimiento energético único, ya que el Sol se alineará perfectamente con el centro de la galaxia y comenzará un nuevo recorrido por cada una de las 12 eras astrológicas.

En el Solsticio de invierno abundarán las energías Ying, que alimentan el amor, la tranquilidad y la felicidad. En el mundo occidental se acostumbra hacer una celebración honrando al espíritu de la navidad. Este espíritu es representado como un anciano con sombrero en forma de cono puntiagudo, el cual le permite equilibrar el poder que recibe de la madre naturaleza. Proviene de la antigua tradición celta donde los ancianos poseían un increíble conocimiento entorno a las fuerzas que dominaban el clima y la tierra. Es un espíritu divino portador de alegría, paz y misericordia.

Significa que es la época del despertar, en la que se requiere que sanemos, perdonemos, cambiemos y mejoremos. Es la hora de abandonar los sentimientos negativos, purificarnos, llenarnos de amor, alegría y espíritu de progreso para obtener en ese tiempo de cambios una vida armoniosa, feliz, además de próspera. Debemos agradecer a Dios, a nuestras deidades y ancestros, por lo que somos, e igualmente por lo que tenemos. Debemos transformarnos y adaptarnos.

Para el solsticio de invierno realiza una limpieza en tu casa, prepárate a recibir la fuerza y las nuevas energías del año nuevo. Alista tu hogar especialmente para darle la bienvenida en familia a este magnífico espíritu. Haz una revisión exhaustiva, asea, ordena, e incluso desecha todo lo que no utilices.

Decora con velones, velas de color anaranjado, flores, inciensos de mandarina para consagrar y purificar la celebración. Abre todas las puertas, ventanas en esa maravillosa noche para que tu hogar se llene de bendiciones y buenas energías. En esta reunión el primer invitado es el espíritu de la Navidad. Es a él y a toda la prosperidad que él posee a quien estás abriendo tu hogar, también tu corazón. Honra a esta divinidad en armonía para conectarte con toda la fuerza extraordinaria del invierno.

Para el resto del año, realiza afirmaciones de prosperidad, todos los días, en la mañana, tarde y noche, a través de tres procesos: el de sanación, prosperidad, y agradecimiento Por ejemplo:

  • Libero todas mis fallas del pasado (Frase de sanación y el perdón para realizar en la mañana)
  • Contribuyo con un mundo mejor (Frase de prosperidad para realizar en la tarde)
  • Doy gracias por lo que tengo (Frase de agradecimiento, amor y bendición)