ESCRIBE TU CARTA DE AMOR

Atrévete a escribir tu carta de forma consiente. Seguro que has imaginado a tu pareja perfecta. Llegó el momento. Ahora vas a solicitar y describirás todo lo que esperas del ser que por derecho divino te corresponde. Ya sabes lo que sucede cuando negamos nuestros impulsos y creemos que lo “ideal” es más importante sobre el anhelo de nuestro corazón.

Toma un papel de color rojo y un bolígrafo con tinta china, para acentuar la trascendencia de tu petición. Al inicio, debes escribir tu nombre con esta fórmula: “Yo (nombre y apellido) me abro a recibir mi pareja perfecta”. De allí en adelante, describe como quieres que sea esa persona en todos sus niveles, cualidades y características. Sé explícito, sueña y redunda en detalles acerca de su aspecto, su espiritualidad, el manejo de sus emociones, sus detalles y su solvencia material y académica. Recuerda que debes tener mucho cuidado al solicitar sus virtudes; la redacción debe ser siempre en  plural y desde la coherencia de tu realidad, no desde tu ansiedad o las carencias afectivas, económicas o familiares. Frases como “Que viajemos juntos”, “Nos gustemos mutuamente”, “Nos comuniquemos con respeto y afecto” pueden reflejar algunas de estas virtudes que esperas. Finalmente, concluyes tu petición escribiendo “Este ser o alguien mejor ya está dado para mí en orden y armonía divina. Gracias, Padre”. Guarda esta carta en un sitio especial de tu habitación, con preferencia en la coordenada Suroeste para que puedas consagrar la energía de la petición.

La energía que hay en ti fluirá con mayor felicidad en la medida que te conectes con tu realidad desde el amor, así como la frecuencia amorosa se nutre en un ambiente lleno de amabilidad a tu alrededor. Una vez que te instalas en ese nivel, el efecto multiplicador te convierte en una persona  encantadora, rodeada de una vibración positiva que atrae a todo el mundo. Si quieres llamar al amor y amar en la vida, debes realizar el esfuerzo de cultivar esa energía.

Di a partir de hoy: “Voy a cambiar por  completo mi actitud frente a los pensamientos negativos y aburridos que genero en mi vida. Tampoco juzgaré con excesiva severidad. Me abstendré de criticarme abiertamente o criticar a los demás cuando las cosas no salgan bien, o como yo hubiese querido. Aprenderé a vivir y a estimarme a mí mismo incondicionalmente”. Cuando te miras de esta manera, empiezas a ver la misma luz en los demás, apreciando a quienes te rodean en  forma incondicional.

Con esta práctica, tus ojos se abrirán al lado más luminoso de los seres humanos, de las situaciones y frente a cualquier circunstancia. Cuando estás dispuesto a amarte y amar a los demás sin anteponer condiciones, el campo de energía amable que te rodea se amplía potencialmente.

Puedes aspirar a recibir todas las energías positivas del Universo. Recuerda que cuando estés en medio de una situación difícil o incómoda, es recomendable contar hasta diez antes de reaccionar. Que nadie te moleste, te aflija o te cause dolor con facilidad. Empieza a trabajar la magia de tu propia disposición amorosa. Sonríe con más frecuencia, ríete de los incidentes cotidianos. La risa es contagiosa y eficaz en la medida en que crea energías positivas intensas.

Esta carta yo la escribí para la ceremonia de luna llena que realice aquel año 2009, donde fui a Los Roques, Venezuela a meditar y a la media noche lancé la naranja al mar, después de eso conocí al amor de mi vida.

Si quieres saber esta historia con lujo de detalle puedes ir a mi segundo canal de Youtube ALFONSOLEONTV2 “Arquitecto de Sueños” donde les regalo esta maravillosa historia de amor, ¿Cómo conocí al amor de mi vida?

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